Hace más de veinte años desapareció de la parroquia de San Cipriano, en Cobeña —municipio madrileño perteneciente a la diócesis de Alcalá de Henares— un libro de difuntos fechado en 1681. En sus páginas se anotaban los nombres de las personas enterradas en el templo y se recogían testamentos, constituyendo así una valiosa fuente histórica para conocer la vida social y económica de la época.
Este verano de 2025, el misterioso volumen ha regresado a la parroquia de forma inesperada. El responsable de su devolución ha sido Anthony, un coleccionista de libros residente en Alemania, que lo encontró en un mercado de Moldavia. «Me llamó por teléfono un señor con acento alemán, que dijo llamarse Tony, y me comentó que había hallado un libro de la parroquia de Cobeña. Sin previo aviso, cogió un avión y se presentó directamente con un ejemplar fechado en 1681», relata el párroco de San Cipriano, Juan Antonio Martínez.
El coleccionista no solo se limitó a devolverlo, sino que lo ofreció como regalo a la comunidad. El sacerdote destaca la relevancia del hallazgo: «Es muy importante, no solamente para la parroquia, sino también desde el punto de vista histórico. Además de las defunciones, recoge muchos testamentos, pues en aquel tiempo era costumbre otorgarlos ante el párroco. Gracias a ello tenemos noticias de la riqueza y de las propiedades que había en esta zona. Puede convertirse en un instrumento muy valioso para Cobeña y para todo el Corredor del Henares».
El libro no solo contiene registros escritos, sino también dibujos. En sus primeras páginas aparece un croquis a mano de la planta del templo de Cobeña, en el que se distinguen sus tres naves, las columnas y las áreas destinadas a enterramientos, acompañadas de las tarifas en ducados que se pagaban entonces.
Con su recuperación, la parroquia ha recuperado una pieza única de su historia. El volumen será digitalizado para facilitar su consulta y estudio, permitiendo a investigadores y genealogistas acceder a una fuente documental de gran valor. Tras más de veinte años en paradero desconocido, el libro del siglo XVII ha vuelto finalmente a su lugar de origen.
Fotos: Diócesis de Alcalá de Henares